Misericordia,
una oportunidad
de vivir

 

Portadores de buenas nuevas

Día 30: lunes, semana 5

 

María muestra el camino

Al igual como María lleva las buenas nuevas de Jesús a su prima Isabel (Lucas 1:38) e igual como María y los hombres y mujeres discípulos llenos del poder del Espíritu salieron apresuradamente de la habitación superior para compartir las buenas nuevas con los que estaban reunidos alrededor de ellos esa mañana de Pentecostés (Hechos 2:4), estamos verdaderamente decididos a mantener viva la vida y la misión de Jesús.

Para los discípulos y para la primera comunidad cristiana, María fue «una testigo excepcional del misterio de Cristo». Después de todo ella era la única que lo había conocido desde su concepción hasta su nacimiento, toda su vida y su misión, su muerte y resurrección. Seguir sus pasos como Iglesia significa que, basados en nuestra propia experiencia de fe, deseamos ser testigos en toda la vida de Jesús, su misión, su muerte y resurrección, y su presencia en la Eucaristía y compartir nuestra nueva apreciación del significado de la Encarnación de Jesús en relación a un universo en expansión.

Nuestra oración es «ser portadores y cuidadores del fuego que Jesús vino a encender en la tierra – abrazar la pasión de Jesús para un mundo transformado».

Reflexión

«Nadie puede negar que ustedes son una carta de Cristo, de la que hemos sido instrumentos, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; carta no grabada en tablas de piedra, sino en corazones humanos (2 Corintios 3:3)».

Como Jesús, como María, como incontables cristianos antes de nosotros, estamos llamados a dejar a un lado nuestras preocupaciones y voltearnos una y otra vez hacia nuestro prójimo.

  • ¿Soy yo un misionero por mis palabras y especialmente al ser testimonio de mi vida cristiana dondequiera que esté?

La escucha atenta de María a Dios la hizo una testigo excepcional de toda la vida de Jesús. Ella comprendió que «para Dios nada es imposible» (Lucas 1:37).

¿Creo yo que esto es cierto en mi vida al:

  • escuchar a Dios quien me habla a través de mi realidad cotidiana;
  • oír al Señor cuando toca la puerta de mi corazón de muchas formas;
  • reconocer los signos que coloca Dios en mi camino? (Papa Francisco, Palabras al final del mes Mariano, 31 de mayo de 2013)

Oración

Pido a Dios la gracia…

 

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